El analizador bioquímico es un espectrofotómetro portátil. El sistema óptico consta de una lámpara estroboscópica de arco de xenón y un detector/divisor capaz de leer nueve longitudes de onda. Un calentador mantiene el disco a 37±0,2°C durante la parte de reacción del análisis. El disco reactivo se desarrolla en base a la tecnología de microfluidos. Es un consumible de 8 cm de diámetro que contiene todo el diluyente y los reactivos secos necesarios para realizar un panel de pruebas.

El disco contiene 30 cubetas que se llenarán con plasma diluido o diluyente. Las cubetas tienen diferentes longitudes de trayectoria para acomodar diferentes sensibilidades de reactivos y concentraciones de analitos. En el momento de la fabricación, se colocan en las cubetas perlas de reactivo liofilizadas y medidas previamente para cada química del panel. Para realizar un panel de pruebas, el operador aplica alrededor de 100 μl de sangre entera directamente en un disco.

Usando fuerzas centrífugas y capilares, el disco mide la cantidad requerida de sangre, separa los glóbulos rojos, mide el plasma, mide el diluyente, mezcla los fluidos, distribuye el fluido a las cubetas de reacción y mezcla los reactivos y el plasma diluido en las cubetas.

El Analizador Químico monitorea las reacciones simultáneamente utilizando nueve longitudes de onda, calcula los resultados a partir de los datos de absorbancia e informa los resultados en la pantalla y en una conveniente impresora térmica de cinta en rollo.